Te lo digo así
28 de Mayo de 1998, Buenos Aires
es posible que sea tarde para verme como sospechaba: enamorada
cuando lo que sobran son ideas y lo que falta son palabras
el viaje que las une se vuelve tan estéril que añoro el ignorarlas...
lo mismo que el intentar verte como yo esperaba:
atravesando espadas con tus manos, clavando en mis cabellos luciérnagas de fuego y algún que otro fracaso (de esos que no se odian porque nos hacen humanos)
gritándole al mundo/nuestro con tu canto, que ta hallabas feliz -feliz realmente-
por haberme encontrado...
no sé por qué mis expectativas fueron esas
vos no cesás de repetirme que no veo, que soy ciega, que no creo en los efectos de mis actos de ausencia (por erróneos y oscuros, ausencia de razones en actos que no olvido; pero que tampoco dudo)
y bueno ya no importa (o importa pero mucho)
no hay causas y efectos, en donde habitan mis salmos
no soy eso que quiero, pero tampoco soy lo que te alarma, no ves de mí lo que te gusta;
pero sin duda huiste de lo que te llamaba;
y es así todo el tiempo, y estoy acostumbrada -mas bien malhumorada-
y no sé lo que haré; pero prometo:
no intentar que lo sepas
ni fantasear que me amas.
Alegría
es posible que sea tarde para verme como sospechaba: enamorada
cuando lo que sobran son ideas y lo que falta son palabras
el viaje que las une se vuelve tan estéril que añoro el ignorarlas...
lo mismo que el intentar verte como yo esperaba:
atravesando espadas con tus manos, clavando en mis cabellos luciérnagas de fuego y algún que otro fracaso (de esos que no se odian porque nos hacen humanos)
gritándole al mundo/nuestro con tu canto, que ta hallabas feliz -feliz realmente-
por haberme encontrado...
no sé por qué mis expectativas fueron esas
vos no cesás de repetirme que no veo, que soy ciega, que no creo en los efectos de mis actos de ausencia (por erróneos y oscuros, ausencia de razones en actos que no olvido; pero que tampoco dudo)
y bueno ya no importa (o importa pero mucho)
no hay causas y efectos, en donde habitan mis salmos
no soy eso que quiero, pero tampoco soy lo que te alarma, no ves de mí lo que te gusta;
pero sin duda huiste de lo que te llamaba;
y es así todo el tiempo, y estoy acostumbrada -mas bien malhumorada-
y no sé lo que haré; pero prometo:
no intentar que lo sepas
ni fantasear que me amas.
Alegría
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