Pedrito
11 de Enero de 2015
Carga una bolsa infinita
llena de arena y ranitas;
de las que se le juntaron
en un paseo una tarde
sin preguntárselo a nadie.
Lleva su pelo muy corto,
y un corazón de niña
para regalárselo al aire,
los días que se olvida a que hora
debería tomarse aquel tranvía.
La mañana le exalta los sentido
y se despierta con ruido de canciones pintadas
La noche dispara sus instintos
y se acurruca con ganas de aullidos en la cama
Guarda tesoros importantes
en su bolsito de otoño,
lo mismo tiene agua,
mermelada, o un moño laminado
para un payaso gordo.
Esconde camuflado en su pecho,
el secreto más grande que nunca hayas guardado:
una manzana gigante
que a veces le lastima
que sabe a agua salada
que ruega en un murmullo que nunca vea nadie.
Pache
Carga una bolsa infinita
llena de arena y ranitas;
de las que se le juntaron
en un paseo una tarde
sin preguntárselo a nadie.
Lleva su pelo muy corto,
y un corazón de niña
para regalárselo al aire,
los días que se olvida a que hora
debería tomarse aquel tranvía.
La mañana le exalta los sentido
y se despierta con ruido de canciones pintadas
La noche dispara sus instintos
y se acurruca con ganas de aullidos en la cama
Guarda tesoros importantes
en su bolsito de otoño,
lo mismo tiene agua,
mermelada, o un moño laminado
para un payaso gordo.
Esconde camuflado en su pecho,
el secreto más grande que nunca hayas guardado:
una manzana gigante
que a veces le lastima
que sabe a agua salada
que ruega en un murmullo que nunca vea nadie.
Pache
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