Crónica de una muerte anunciada
2 de Junio de 2009 Madrid
Choowee ha muerto
Ha cerrado sus grandes ojos a mi luz
Ha soplado la llama por la que yo respiraba
Y yo he muerto también, aunque no me lo esperaba
Esta fue la crónica de una muerte anunciada, a la que no quería ver
Voy dando pataditas en la sombra, a tientas intento apoyarme en algún resto, cualquier cosa que quede que me indique que no estaba sola, no hasta ahora…
Espío, estoy quietita, capaz que así no me da frío
De noche la luna no es mi amiga: me despierta con su luz, no me consuela
Se habrá ido con él, se habrá quedado en sus ojos, más bonitos por cierto tan inmensos
Y viene la traidora y me lo cuenta, me dice que la seduce con su pelo…
Choowee ha muerto, lo sé, ya no lo huelo
Husmeo por las noches, a todas horas creo… y no lo siento… su olor a tierra firme, a desconsuelo, la sal, la piel del viento… se han ido yendo….
Yo creo que se iban a escondidas mientras contaba la arena del desierto
Misión tan importante para los que vivimos con los choowees detrás y dentro dentro…
Ya no buscar mas, esperar mas, aunque duela y espine, aunque sangre hasta la médula y me vacié, que más da, los he inventado, no existen ni existo; me he inventado y nadie cree en mí.
Ni yo tampoco, no creo en lo que soy ni lo que veo, no creo en lo que fui ni en lo que dijeron..
Nadie ya puede ser, porque me he librado de todo y todos, los ahogué, cuando sentí que me quitaban el aire, cuando su abrazo me confundía tanto… hasta el punto de creer/ querer ser feliz…
Los apaleé tan fuerte tan fuerte, que algunos ni llorar pudieron, otros si que lloran, lloran sangre por las noches y me ignoran, como yo cuando lloro sangre y los ignoro…
Pero voy a devorarlos, despacito, y fingiré que son parte de mi cuerpo
Y voy a pegar estrellitas de colores en sus melenas de cielo, y van a creer (los otros los que nunca fueron) que es una lluvia de oro, que el sol sale de nuevo.
Pero no sale el sol, no quiero yo. Yo acabo lo que he empezado, termino, tengo la llave, cierro la puerta y me la trago…
Y si se abre dentro me destroza y lo hace;y a veces me produce gran dolor, y escupo pena, pero cierro fuerte los ojos, y no se escapa nada ni lagrimas de otoño ni suave nada. Y también cierro la boca fuerte fuerte, pez espada, salen lanzas y cuchillos pero suave nada y duele dentro pero ya no sale nada.
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