CLASICO
Buenos Aires
No me quiere.
La ciudad es huraña.
Cuelgan de mis lados las manos inútiles,
vacías de su cuerpo,
acarician la gélida sustancia.
No me quiere y es una afirmación
(ya no tibia amenaza)
Pálida noche,
obscura madrugada...
no me quiere:
mi soledad estalla.
Alegría
No me quiere.
La ciudad es huraña.
Cuelgan de mis lados las manos inútiles,
vacías de su cuerpo,
acarician la gélida sustancia.
No me quiere y es una afirmación
(ya no tibia amenaza)
Pálida noche,
obscura madrugada...
no me quiere:
mi soledad estalla.
Alegría
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