IDENTIDAD
Buenos Aires
Es extraña la mezcla de sensaciones que se descubren cuando al fin estamos solos.
Se apodera del alma una angustia profunda y liberadora a la vez;
esa certeza de que la soledad no te abandona... el haber encontrado ya, un motivo para el vagabundeo y el desconsolado andar tras de las noches de invierno
perseguir y volver a ser dueña de esa noche a la que las compañías (pocas),
o la insensata espera de ellas, nos hace temer y eludir.
Ayer después de mucho tiempo me hundí en su adecuado y acogedor sepulcro,
dejé que sus voces y caricias me arrastraran en su inocente silbido/perverso sonido...
y me cubrió la lluvia y la desidia, me susurró al oído la nostalgia...
de nuevo el dolor de los caminos ciegos y los senderos vacíos!
Que alivio estar otra vez en terreno conocido.
Alegría
Es extraña la mezcla de sensaciones que se descubren cuando al fin estamos solos.
Se apodera del alma una angustia profunda y liberadora a la vez;
esa certeza de que la soledad no te abandona... el haber encontrado ya, un motivo para el vagabundeo y el desconsolado andar tras de las noches de invierno
perseguir y volver a ser dueña de esa noche a la que las compañías (pocas),
o la insensata espera de ellas, nos hace temer y eludir.
Ayer después de mucho tiempo me hundí en su adecuado y acogedor sepulcro,
dejé que sus voces y caricias me arrastraran en su inocente silbido/perverso sonido...
y me cubrió la lluvia y la desidia, me susurró al oído la nostalgia...
de nuevo el dolor de los caminos ciegos y los senderos vacíos!
Que alivio estar otra vez en terreno conocido.
Alegría
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